LAS PLAZAS DE LA ROMA BARROCA
LOS CIMIENTOS HISTORICOS DE LAS PLAZAS EN ROMA
Las plazas en Roma se crean al interior de una ciudad que había sido una metrópoli del Mediterráneo: un centro de dominio de tipo Imperial con una riqueza urbana en términos de espacios construidos que acogían la propia cultura. Esa cultura contenía en su interior una manera espacial de enfrentar la política y la religión, el entretenimiento y el deporte. Los casi 12 siglo, de la Roma Antigua, desde el VIII a.C hasta el V d.C, dejaron una huella en la ciudad de Roma y en la cultura occidental, que se manifiestan en las plazas romanas. Se expresan de diferentes maneras, ya que las huellas de esa ciudad antigua fueron canceladas por el abandono, las inundaciones, la destrucción humana, pero ello no significa que la ciudad destruyó la memoria. Es decir, plazas se insertan en una ciudad que contiene en su interior una memoria, política, religiosa y cultural, como asimismo formal, de varios siglos de existencia.
Reconocer esa memoria permite comprender no sólo el origen social del espacio público en la historia, sino que también el objetivo y las razones de la creación de los espacios de encuentro ciudadano en la ciudad de origen. Roma contiene en su interior teatros, estadios, templos, puertas, acueductos, de ese período de grandeza, que están presentes en cada espacio público. En muchos casos la razón de existencia de cada plaza es el uso de ese patrimonio histórico para la ciudad presente: Plaza del Panteón.
El Panteón, o «templo de todos los Dioses», pero en este caso, de los Dioses planetarios, fue construido por el Emperador Adriano, para exaltar la propia ascendencia divina. La salvación de este templo pagano se debe a su transformación en un lugar de culto católico, hoy Iglesia de Santa María de los Martires.
Plaza Navona, creada a partir de la existencia del Estadio «agonístico» u olímpico construido por el emperador Domiziano en el siglo I d.C. , es hoy una de las plazas mundanas más importantes de Roma.
Plaza de Piedra, nace a partir de los restos del templo construido por el Emperador Antonino Pio el año 145 d.C y dedicado a su predecesor, el Emperador Adriano.
son algunos de los ejemplos más elocuentes de diálogo con ese recurso histórico tangible.
En el próximo capitulo hablarémos de las otras plazas de Roma, de su origen y de su visión actual.